brisa
para ella era muy natural ir por la vida chocando con todo a su paso. tropezaba con la gente en la calle, con los monumentos, con las vallas, con los postes. cruzaba las avenidas sin mirar a los lados, ignoraba los bocinazos y los semáforos en rojo. en su casa chocaba contra las puertas de cristal, era normal dar cabezasos contra las ventanas cuando quería asomarse al exterior. él siempre le reñía cariñosamente su despiste. cuando caminaban juntos la llevaba de la mano, y ella se dejaba para darle la sensación de que la protegía, él le llamaba la atención con indulgencia, le decía que cualquier día la encontrarían muerta en condiciones absurdas. y ella siempre desprecupada le contestaba que andaría con un cartel amarrado a la cintura que diría "fue una torpeza, juro que no me he suicidado". él le prometía que haría cortar los árboles, que rellenaría de algodón los precipicios, que erradicaría de la casa las paredes, y los jarrones. ella sabía que no había caso, que se caía hasta enredándose en sus propios pies.
6 Comments:
eso lo escribiste vos, recién encuentro tu blog y nose si es tuyo o lo sacas de algún lado, sea como sea estuvo exelente!!!por el momento me voy pero volveré a comentar cada posteo como este. saludos
hummm! me encantoooo!! q soledad...
Amiga... que alegria verte escribiendo de nuevo. Bravo por este!
muy bien desarrollado.
un beso
ummm. cualquiera diría que estabas pensando en mi...pero no voy a alimentar mi ego...aunque se que ese es mi epitafio ;o)
La vida continua como los tropiezos siguen siendo habituales. Cuan comoda es la vida con lo que ya es parte de uno y que dificil le es a los demas aceptar las cosas como son. Y mas dificil aun reconocer lo que siempre ha estado dentro y nunca lo hemos hecho parte del lugar donde reside.
Publicar un comentario
<< Home